Elena Saavedra Hernández
Huelo lo inequivoco, el eco de lo inerte como viviente...exploro el halito de los ecos mios como tuyos, advierto que no todo es cierto.
22 julio, 2010
El espejo de mi alma
23 junio, 2010
Fusión de Soles
17 mayo, 2010
Las manos
Intimas que nadan en la estrofa de los bosques,
En la molécula de la luz donde germina la belleza,
En la reflexión que atrae sereno el soplo del viento.
Son ellas la sinfonía de los ruiseñores,
Las ramas donde yace la vena del temperamento,
Labradoras de caminos en detalles vanos,
Perfuma, distancia, acerca y entibia las sombras.
Ellas acogen, atrapan, captan, destacan, sugieren,
Pintan los sueños en cada gota mágica,
Es milagro necesario ante la pobreza diversa,
Un consejo que en sus líneas deja la estancia.
Nuestras manos de lo primitivo al voluntario,
Del alba hasta ese ocaso donde desfilan tantos abrazos,
Donde reposan besos atrevidos, ricos y fugados,
Manos donde el mudo expresa su voz desafinada.
Que significancia y nostálgicas son mis manos,
Identidad urgente de un soneto que incursionó al doliente,
Es simple, inherente y compañera hasta en la muerte,
Es añoro en la invisibilidad que talla un ciego.
05 mayo, 2010
Duelo de Otoño
Bajo este naranjo que aún perfuma
En su follaje tibio, atrayente y olfativo,
Ya es otoño, y los pájaros aún modulan
Su secreto lenguaje entre estos ramales.
Llaman a mis sentidos sobre estas alfombras
Verdes de ilusiones, se agitan mis manos,
Se me contrae el cuerpo en medio de escenas
Que circulan en mi cerebro tímido de sonrisas,
Es otoño, un distinto otoño, siento frío,
Mi andar es lento, deslucido, ojeroso
Me acarician mil reproches entre estos versos
Que cohabitan haciendo sombras en mi sol.
Me internaré este otoño y quizás en muchos,
Hasta que la gracia vuelva a abrazarme,
Quiero velar la memoria de mis odas pasadas
Lavar la nostalgia de tantos recuerdos,
Arroparme en el silencio tras mi vencimiento,
Sollozar en la jaula donde se pasea la sombra.
Ya es otoño, y pido piedad al tiempo que me ametralla,
A mis notas de cuaderno que sabe a gota,
Paciencia a la noche que cosecha mi mirada abstraída.
Es otoño, y sus días se asemejan a mis días,
Hoy soy prosista en reto, sin rumbo ni vuelos.
23 abril, 2010
Porque me libero, es que libero lo que escribo
Mientras las palabras se van haciendo camino, vuelan en medio del pensamiento de esta poeta que no destruye el propósito de ese carruaje que lleva su palabra, un nuevo comienzo, otro nacimiento que quizás nadie le aplauda, pero en ese escondrijo su arte se adelanta y se hace lenguaje en las puertas del que quiera saciar su hambre.
Basta un libro, un singular escrito hecho de manos que testimonian verdad, la verdad de días en que su aliento la hace sentir distint@. Son noches tras noches y madrugadas que se allegaban a una mirada sin olvidos, es ahí donde la poesía brota tan sólo porque ya se le dió el permiso, ahora a desplegarse del desvelo, de levantarse de esa mano que acunó transcribió su espíritu. Sigue tu camino palabra mía, sigue la nota del que quiera palparte .
...Leer es la mejor puerta que se abre a un mundo de infinitos diálogos...
14 abril, 2010
SILENCIO
Camina al umbral de la muerte, al exilio desconocido,
Silencio, Silencio que el dolor, el recuerdo le carcome el sueño,
Sus respiro es un huerto desgarrado por el viento infernal.
Silencio, dejemos que ella se relea en la soledad,
Aúlle su queja a la inmensidad de espírtus que la abrazan,
Silencio, silencio que pasa su perdido eco esta noche,
Se redime, se supone que se redime entre su lloroso grito.
Silencio, que hay una estrella alumbrando su existencia,
Ella no sabe que su desolación acerca a Cristo compadecido,
Silencio, silencio, dejemos que los verbos hablen,
Que vivan el éxtasis de un claro mañana.
Silencio, que en su dolor secreto nació un infinito soneto,
Un canto intimo, venerable e inolvidable.
Silencio, silencio, que la poeta viene por la senda,
Metabolizando sus pesares con los acordes de esperanzas,
Silencio, Silencio, que así arrecia la pena en la ausencia.
13 abril, 2010
Aliento Precario
Hoy el sentido de mi palabra sabe a narro
Fundido, a una honda melancolía
Que graniza disfrutando mis sentidos,
Qué débil veo atrás los sinfónicos tiempos,
Esos que perfumaban mi cuerpo a escondidas,
Un modo, una forma de alimentar la huella
Esa secreta casa santificada en dos nombres,
Hoy allí hay sólo silencios quebrantados,
Un alma agónica sin recetas briosas,
Hay una discusión incesante entre la vida
O formas sacramentales que hacinará su cuerpo,
Qué difícil se hace avivar los sentidos ahogados,
Hurgar en el infinito de un aliento precario,
Nacer y nutrirse desde el fondo del abismo,
La esterilidad y el dolor hacen que el lenguaje
Sea anti eclesiástico con el amor.
Su voz se hizo verso entrañable en mi destino,
La atención una conquista plena de efectos,
Su alma épica resulto en mí un perfume,
Un misterioso sin fin que colmó mi esencia.
Una indómita nota secreta bastó para cerrar
El canto y el manifiesto de mis labios.
Y aquí estoy esta noche aún en sombras,
En un mundo tan dislocado en la existencia,
Interpretando lo que me sugiere el aliento
Soltando este juicio peligroso que no acaba.
Soy un mundo de matices interrogantes,
Una niña buscando el regazo de su madre,
Una poeta de paisajes lúgubres,
Un espíritu que se arrastra ya sin rituales,
Una mujer sin los cantares que simbolizan
La libertad inocente en sus reducidos versos.