16 mayo, 2009

Mágico es el verso

Cuando soy yo huelo lo inexpresable de un reflejo, Me revuelco sin aviso, soy mi voz en notas sin tiempo Advierto la fragancia de la dulzura, así también la convulsión Me sumerjo en la negrura de mis miedos retóricos Y los entrego a la pluma, abatiendo así el sorbo del dolor. Mi tono tiene una mezcla de sucesos en mi interior En un encierro que pujo con simpleza y sentido Mis tonos tienen el sabor de los estallidos del universo El germen de Dios que siempre es amor en mí. ¿Que sedales tienen mis dedos cuando tejen la letra, Es sentarse ante una cuerda mágica y ver de allí La realidad donde la nada es el aliento que descarrila Las ruidosas estaciones donde deambula el hombre? Y yo navego junto a ellos recopilando sus gestos Sin la soberbia de poetas que se sientan aparte.

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