Mi madre ya canosa,
siempre teje con sus manos El telar,
el arte que guarezca su fruto,
Ella sigue pintando tras los muros infinitos sueños
Ella se merodea sin descanso
Vigilando el andar de sus amores eternos.
Mi madre es testimonio,
Es la paciente obrera
Es un culto de sublimes ternuras
Es mi alba y ocaso donde transite
Es mi fábrica de sueños
Es mi cabellera del mañana
Es mi celo cotidiano
Es mi confianza y existencia.
Mi madre es el capullo que escudo
La que huelo en su tierra y me da calma
Mi madre es un himno de vivencias
Es mi apetito, mi sol y mi paz.
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