17 agosto, 2009

Schwager minero


Vengo de esos parajes donde el día se hace lento
De esas noches donde el recuerdo transita sin tiempo
A la comparsa de un eco de mates, que saben a cantos,
Ando entumecida simulando el vacío de mis labios,
Del tenor que pernocta en mi piel de sabor morena.
Y mi verso brota sacudidos por gotas violentas,
Extremas y jadeantes se articulan bajo este cielo
Extremo que asila mi pisar de aliento forastero.
Mi paso nostálgico e inquieto aquí sigue siendo breve,
Va atado al retrato del mar oliente, frío y sonoro,
Marcha queriendo encontrar el sabor armonioso,
Que pulsa bajo este Andes cubierto de smog ruidoso.
Vengo de allá, dónde el niño se hizo hombre minero,
Socavó la tierra tronando con picota y pala el oro negro,
Alumbro con su lámpara las obscuridades de sueños naturales,
En sudor negro vio desfilar su rostro embrutado,
Famélico y polvoreado en el chiflón del infierno.

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